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¿Cómo es la relación con tu pareja?


¿Te has detenido a pensar cómo son tus relaciones personales? Los amigos, la familia y, sin duda, el amor, son lazos muy importantes en nuestras vidas y debemos aprender a manejarlas dentro del área del Tener.


Cuando hablamos de los objetivos del Tener pensamos en lo material o físico, sin embargo, también podemos definir los objetivos del Tener a nivel de relaciones personales. La familia, el amor y la amistad son muy importantes en nuestras vidas y podemos manejarlas también desde esta área. Desde el punto de vista de pareja podríamos decir que lo que tenemos es una relación con nuestra pareja, no tenemos a nuestra pareja en sí. Muchas personas piensan en ella a nivel de posesión, como si les perteneciera, y no puede haber un concepto más equivocado que este; las parejas son compañeros de vida, no un objeto más que obtener. ¿Qué tan importante es para mí tener una pareja con quien compartir mi vida? En mi pasado, ¿he tenido una actitud de posesión hacia mi pareja? ¿Le permito ser como quiere ser, sin pretender controlarla? ¿Respeto los objetivos de su Ser y la apoyo para lograrlos?


Te invito a considerar el objetivo de tener una pareja y definir cuál es el perfil ideal para ti. Determina cuáles son las principales virtudes que deseas, enlistándolas en orden jerárquico, esto te dará una visión clara para elegir de forma adecuada.


Si ya tienes pareja, compara el perfil ideal que quisieras contra el que tiene. Sería sumamente importante que pudieras platicar con ella al respecto, incentivándola a construir las virtudes que hoy le faltan y que son importantes para ti. Haz el mismo ejercicio al contrario, pregúntale cuál sería el perfil ideal del ser que quisiera tener a su lado, y qué podrías mejorar para llegar a serlo.

¿Qué tan claro tienes definido el perfil ideal de tu pareja? ¿Has comparado el perfil del ser ideal de tu pareja con el que tiene actualmente? ¿Has platicado con tu pareja de las diferencias entre ambos y la has incentivado a mejorar aquello que es importante para ti?





Por otra parte, también sería muy valioso que pudieras compartir con ella tu planeación de vida: quién quieres ser, qué necesitas hacer y qué necesitas tener. De esta manera podrás ver qué tan parecida es o qué tan de la mano pueden ir. Ver si en realidad sus objetivos los van a llevar a lugares afines o diferentes, siendo fundamental tener propósitos en común. Es como si quisieras ir a Nueva York y tu pareja a Los Ángeles; es poco probable que pudieran compartir el trayecto en automóvil tratando de ir a dos lugares tan opuestos. Es importante que quede claramente definido, viendo hacia dónde quiere ir cada uno y qué tan compatibles son sus destinos. Tener metas en común les dará mayor sinergia y armonía y hará que el amor se incremente en lugar de disminuir. Por eso pregúntate: ¿Qué tantos objetivos tienes en común con tu pareja? ¿Qué tanto luchan como pareja por las mismas metas? ¿Cooperas con tu pareja para que logre sus propósitos y ella coopera para los tuyos?


Hacer revisiones frecuentes a los planes de vida comunes es de gran utilidad, ya que los roles en la vida van cambiando. Cuando una mujer termina de educar a los niños y estos se convierten en adolescentes o adultos, el rol de ella cambia por completo y comienza a tener mucho más tiempo para dedicarse a su propio ser. En ocasiones también para profundizar y a elevarse más espiritualmente. Sin embargo, puede pasar que su pareja se encuentre fuertemente concentrada en el Hacer o en el Tener, y por lo tanto llegan a desfasarse por completo. Este es el motivo por el que es tan importante que ayudes a tu pareja a crecer y elevarse en todas las áreas en las que tú te estés realizando.

¿Y los hijos?

Si tienes hijos, vale la pena reflexionar sobre este otro tipo de relación. Los hijos no son una extensión nuestra, sino que en realidad tienen personalidad y vida con alma propia; y como tal tienen que aprender a fijar sus propios objetivos en el Ser, a definir qué tienen que Hacer y qué tienen que Tener para lograrlo. Sin duda alguna es responsabilidad nuestra como padres apuntar hacia un destino para ellos; también facilitarles toda la estructura mental y educación, así como de bienes materiales para que puedan escoger cuáles son sus metas del Ser, del Hacer y del Tener. Pero cuando sean adultos ellos tendrán que construir su propio camino. Me gusta mucho el concepto del gran poeta libanés Gibrán Jalil Gibrán que decía: “Los padres son los arcos que impulsan y dan dirección, y los hijos son las flechas que una vez libres vuelan por sí mismas, pero sin olvidar de dónde salieron”.





También hay que compartirles la importancia de saber perdonar inmediatamente para nunca cargar odio, resentimientos o rencores; saber pedir perdón y perdonarnos a nosotros mismos, de tal forma que nunca vivamos con culpa; vencer los miedos, haciéndolos desaparecer y convertirnos así en seres valientes y sin temor alguno. Muéstrales cómo los sentimientos y palabras positivas nos llevan a ser más sanos y felices, por lo que para enseñar a hacer esto a tus seres queridos tienes que sentirlo tú mismo; cierra tus ojos por un momento y repite varias veces en voz alta: “Te odio, te odio, te odio....” tratando de sentir el odio verdaderamente en ti y observando si te sientes más ligero o más pesado, más relajado o más tenso, más luminoso o más obscuro y si tu energía se expande o se contrae; de igual forma con las palabras “Te amo”, y al final compara las sensaciones de tu cuerpo, mente y campo energético. Ayúdales a ver lo importante que es habitar en este cuerpo humano, en el que todavía tenemos la oportunidad de hablar y pedir perdón, de perdonar y no cargar sentimientos negativos toda la eternidad.


Si Dios conmigo, ¿quién contra mí?...


M E D I T A C I O N E S P A R A R E N Ä S E R


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