Todos en esta vida tenemos una misión de servicio que cumplir hacia los demás. Sólo aquel que realmente sirve a los demás, es el que sirve para la sociedad.
Tú eres sin duda alguna el ser más afortunado de toda la creación. El único capaz de modificar su destino para cumplir con su misión terrenal. ¿Cuál es y qué propósito tiene estar en esta tierra y en este planeta? Tienes un potencial enorme para realizarte porque estás hecho a imagen y semejanza de Dios, y esta realización sólo se podrá llevar a cabo si realmente haces lo que tienes que hacer.
Y quizá te preguntes: ¿qué es lo que tengo que hacer en esta vida? Todos tenemos una misión de servicio que cumplir para mejorar nuestro planeta, a la madre tierra y al ser humano que la habita. Cada uno de nosotros nacimos con ciertos talentos y preferencias para hacer las cosas que más nos satisfacen y gustan. Estamos perfectamente capacitados para cumplir con ello, el reto es encontrar cómo.
La vida es demasiado corta y fugaz, por ello es fundamental e indispensable que dejes de perder el tiempo con cosas que no te satisfacen. Necesitas encontrar tu verdadera misión y vocación; no importa cuánto tiempo hayas invertido en tu trabajo actual, lo importante es que actúes para llevar a cabo los cambios necesarios y hacer realmente lo que tienes que hacer para ser quién quieres ser.
Si analizas la historia te darás cuenta que algunas de las personas más notables fueron aquellas que realmente encontraron su misión y la cumplieron (o al menos lo intentaron); Jesucristo, Buda, la madre Teresa de Calcuta, Nelson Mandela, Martin Luther King y otros tantos son un claro ejemplo de ello. Cuando tú por fin la encuentras, el universo completo conspira para ayudarte a cumplirla, y ya no te encontrarás nunca más solo, toda su energía te acompañará.
Pero ¿qué es esa misión de vida? ¿En qué consiste?
Un niño que dice que de grande quiere ser policía, seguramente implica en forma subconsciente, que desea llegar a ser bondadoso, poder ayudar a los demás, ser fuerte y disciplinado, trabajar en equipo. Si sueña con ser bombero, quizá desea ser héroe, salvar vidas, proteger bosques y edificios, ser muy valiente. Esas imágenes de lo que deseábamos ser cuando niños, contienen las verdaderas cualidades del ser que queríamos tener desde la infancia.
Si analizas con detenimiento lo que deseabas ser de niño y comparas las cualidades que este símbolo encierra con las que te gustaría desarrollar, te darás cuenta de que probablemente son las mismas.
Aunque parezca mentira, cuando éramos niños sabíamos más de lo que en verdad somos en esencia, que cuando nos convertimos en adultos.
Nuestra niñez nunca se equivocó, la verdad siempre estuvo presente en nosotros; pero al crecer nos distrajimos y nos ocupamos de cosas más vanas, superficiales y finitas, olvidándonos de la realidad esencial.
Tu misión puede ser tu modus vivendi
A todos nos gusta servir a los demás y ese es el camino a la realización, al éxito y a la felicidad; pero a veces la gente cree que la misión de servicio tiene que ser gratuita y esta idea es falsa.
Tú modus vivendi puede ser totalmente coherente y congruente con tú misión. Un buen ejemplo son los autores de libros de superación personal: ayudan a mucha gente a realizarse y, al mismo tiempo, obtienen dinero cumpliendo con su labor.
La misión de vida es el puente entre lo que tú eres el día de hoy y quien quisieras llegar a ser, logrando realizar tus virtudes. Es el camino más corto y verdadero hacia tu realización intelectual, mental, espiritual y física. Tómate el tiempo necesario para profundizar y llegar a la conclusión sobre lo que quieres hacer y después pon manos a la obra.
Es importante no confundir tu misión con las obligaciones y responsabilidades del día a día (ser bueno como mamá, papá, hermano o hijo); se trata de algo que verdaderamente puede mejorar la vida de los demás e idealmente cuanto mayor sea la cantidad de gente que beneficies, mejor, de acuerdo a tus gustos particulares: servir a ciertos sectores de gente, quizá personas de la tercera edad, adultos, niños o tal vez bebés.
Tú eres un líder y para ejercer tu liderazgo debes encontrar tu misión.
Proponte hacerlo y no cedas hasta conseguirlo, sin duda tu vida será mucho más plena y feliz.
Si Dios conmigo, ¿quién contra mí?...
M E D I T A C I O N E S P A R A R E N Ä S E R
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