“Vanity is my favorite sin” Palabras del demonio
en la película El abogado del diablo al seducir a
su víctima y atraparla para la eternidad ante un
espejo, por su tonta vanidad.
Sin duda la vanidad es el arma favorita de nuestra voz chinga-quedito
o sombra. ¿Quién no ha pecado de vanidad y ego?
Por qué creernos invencibles si el mismo Luzbel cayó por vanidad, creando
la dualidad y la obscuridad.
¿Cuánta energía gastas en satisfacer tu ego y vanidad? ¿Qué tantas
fachadas construiste de una personalidad que no eres tú, quizás para
complacer las expectativas de los demás? ¿Qué tantas apariencias, que
te hacen parecer admirado y deseado, pero que en el fondo conllevan
envidias y celos de los demás en lugar de amor y amistad pura y verdadera,
que en realidad es lo que busca tu corazón, dejando tu alma vacía,
oscura y llena de ansiedad? ¿Qué tantas murallas de superficialidad y
aparente prestigio has fabricado por vanidad, que en lugar de acercarte
como tú esperas, te alejan de los demás al no mostrar tu alma?
¿Encima de cuanta gente has pasado por tu ego?
¿Qué tan alejado te mantiene de tu verdadera Luz?
¿Qué tanto distorsiona tu realidad, emociones, metas, rumbo, salud y
tantas cosas más?
¿Te das cuenta que tus logros materiales, jamás te dejaran satisfecho, porque
siempre desearás algo más, convirtiéndote en un barril sin fondo? ¿Que la belleza
anhelada jamás será suficiente?
Porque lo que los otros aman de ti es tu corazón, tu sensibilidad, ternura,
cariño y tu Ser, y los que realmente te quieren, no es por lo que tienes,
ni por tus éxitos, sino ¡por tu verdadera esencia!
Te recomiendo mucho volver a ver la película El abogado del diablo para que
observes cómo es su forma de actuar, pues así actúa tu “voz chinga-quedito”, sin
que nadie la vea llegar y conquistando a través de la vanidad, ¡su pecado favorito!
Si Dios conmigo... ¿quién contra mí?
Michel Domit
INGRESA A 4 PASOS PARA RENASER:
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