¿Cuántas veces explotas y reaccionas con enojo, ira o indiferencia, al no ser cumplidas tus expectativas?
¿Le das oportunidad al otro de aclarar antes de reclamarle agresivamente?
¿Notas que al agredir tú, automáticamente el otro se defiende en lugar de escuchar?
¿Te has puesto a pensar cuántas relaciones han llegado a su fin por culpa de una mala comunicación?
Cuando tus expectativas no son claras destruyen tus relaciones. Lo que se considera evidente y no se explica a detalle puede ser la causa de muchísima ineficiencia, problemas laborales, sentimentales y rompimientos que pueden llegara hasta a ser violentos, en todo tipo de relaciones.
Lo que resulta obvio para ti, no lo es para el otro. Es importante ver que cada persona tiene un punto de vista diferente. Pensar que va a actuar o pensar como tú puede causar que generes expectativas falsas, y cuando no se cumplen puedes frustrarte o enojarte. Como consecuencia, irás guardando resentimientos que a la larga afectarán la relación.
En muchas ocasiones nuestras expectativas nos resultan tan obvias y fáciles de entender que no nos tomamos el tiempo de explicarlas y dejarlas claras; entonces, cuando el otro no las cumple por no comprenderlas o conocerlas, lo reprobamos y nos enojamos o frustramos. Como consecuencia, lo sacamos de nuestra vida o lo vamos ignorando poco a poco, hasta quitarle el lugar que tenía en nuestro corazón, sin reclamarle ni darle las armas para entender el porqué de nuestra actitud.
El problema no es responsabilidad de una persona, de hecho se puede dar tanto en ti, como transmisor, como en el receptor. No basta con decir exactamente lo que estás esperando, es importante asegurarse que para el receptor es claro. Una forma de asegurarse de que el mensaje sí se entregó de manera eficiente es pedirle al otro que repita y escriba lo que comprendió, así́ evitarás malentendidos en el futuro.
Y si incluso así́ esa persona no cumple con tu expectativa, en lugar de enojarte (porque el que se enoja, pierde) acércate al otro con empatía y pregunta qué fue lo que ocurrió́, así́ podrás comprender la falla y entender cuál es la razón del problema. Este es el primer paso para empezar a resolver cualquier conflicto.
El otro no tiene por qué saber lo que esperas de él. Lo ideal es que seas exageradamente claro en lo que estás esperando. Para que el otro entienda el mensaje, es importante ponerle especial atención a las palabras, tono de voz y contexto de la otra persona. Durante todo el proceso, estar abierto al punto de vista de la otra persona es fundamental.
M E D I T A C I O N E S P A R A R E N Ä S E R
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